martes, 4 de septiembre de 2007

Lusitania



Ya sé que ni dios de los que leéis esto vais a ir en vuestra puñetera vida a Coimbra a pasar vuestras vacaciones. Bueno, ahora que lo pienso; Lola y Tomás ya han estado y Francis y Felipe estuvieron a punto. Bueno, aun así, este comentario no os servirá para absolutamente nada si os encontráis por allí sin mi presencia, por lo que si vais, llamadme. Coimbra se caracteriza por ser una ciudad en la que los exagerados platos de comida que te sirven son disueltos tras cinco minutos de paseo por sus innumerables e interminables cuestas. La parte vieja de la ciudad se encuentra en la montaña, por lo que ver in situ los sitios de interés turístico como las catedrales y la universidad es lo más parecido al paseo que anduvo Simón de Cirene. Aunque sinceramente, merece la pena.
Huesos de cerdo, habichuelas con jabalí, brochetas de carne a la parrilla, arroz y pescado, mariscos, sopas, costillares de cerdo, el cochinillo, y un millón de cosas más se realizan y se sirven de forma contundente. Normalmente, el arroz, al igual que en China, es en la cocina lusa lo que para nosotros la ensalada, siempre la encuentras en la mesa. En definitiva, la comida portuguesa es, sin duda alguna, contundente y económica, además de sabrosa y tradicional. Calif: Muy bueno.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez me presenté a un concurso de poesía que convocó el Patronato de Turismo de Portugal. Ganó un tal Montiel con "Portugal, pan, vino y follar". Quedé finalista con "Portugal, pan, vino y Brugal". Lástima, cachilimócholis.

Anónimo dijo...

"Poltugal, lálgate a otlo lugal"

Anónimo dijo...

jejeje. hace 30 años ese verso te hubiese dado el premio de poesía de Portugal. Aunque Monty vuelve a llevar la otra vez la razón, ya que en Portugal no se consume mucho Brugal... Sergio