martes, 20 de mayo de 2008

Patatas


Llevo un mes buscando mi libro de recetas, pero no tengo suerte. Además, desde que le di el santo matrimonio a mi mujer no tengo a mi madre para echarle la culpa de mi puto desorden, y eso empeora las cosas.
Hoy quiero compartir tres o cuatro recetillas para hacer patatas de una forma diferente y al no tener mi libro tendré que hacerlo de cabeza. Vamos a ver si me acuerdo.
La primera (el riquitaun), es hacer patatas chips o comúnmente conocidas como de bolsa. Los secretos de las patatas fritas son dos; cortarlas muy muy finas, dejarlas en un bol con agua para que pierdan el almidón y meterlas en abundante aceite a alta temperatura. Para cortarlas utilizad una mandolina, a cuchillo tenéis que ser muy valientes y precisos. Preparad un plato con una servilleta de papel para sacarlas y escurrirlas cuando empiecen a dorarse. Poned bastante sal y si queréis darle un toque distinto, agregad un poquito de pimentón y un chorrito de vinagre por encima del plato antes de servirlas.

La segunda receta es parecida a la anterior. Tenéis que partir las patadas sin pelarlas en rodajas de medio centímetro. Ponedlas con un chorrito de aceite a fuego medio, sal y pimienta. Esta forma es la más parecida a hacerlas a la brasa, ya que llevan poco aceite. Creedme que son una buena sustitución a las patatas al horno, más rápidas y con un puntito que recuerda a las cantinas de los campos de fútbol. Acompañarlas con una salsa rosa (Mayonesa, ketchup, un poco de limón escurrido y una cucharadita de coñac).

La tercera forma de cocinarlas es al horno. Tenéis que pelarlas y cortar rodajas de un centímetro de grosor. Poned en una bandeja de horno aceite, grasa de pato (o cualquier otro tipo de grasa animal) aunque no es necesario, un vaso de vino blanco o cerveza y colocar las patatas. A continuación echarles por encima tomillo, romero, sal y pimienta y ponerlas en el horno a 150 ºC durante 40 minutos. Seguramente no se os pondrán tostaditas a esta temperatura, aunque ya estarán hechas. Subidle el fuego a 200 ºC y no perderlas de vista. Ni que decir tiene que las acompañéis con un buen mortero de ajo para restregar.


La última forma de hacer patatas es también al horno. Cortarlas como bastoncitos, como las que hacen vuestras madres en el asado de cordero. Poned agua a calentar y cuando hierva agregar las patatas durante cinco minutos. Escurrir y ponedlas al horno precalentado a 190 ºC en una bandeja con una cama de cebolla partida. Antes de meterlas, coged una botella de vinagre balsámico y rociar las patatas en abundancia. Tienen que quedar bien mojadas, aunque no inundadas. Cada 15 minutos, mover las patatas para que vayan absorbiendo el vinagre. Y a los 40 minutos, o cuando la cebolla empiece a estar más tierna, subir la temperatura a 200 ºC. No se os han quemado, es el vinagre balsámico caramelizado!!!!

lunes, 12 de mayo de 2008